domingo, 10 de enero de 2010

TESTAMENTO








Monótona
tu respiración
casi un gemido doloroso
que escucho insomne
la noche entera
Anuncio inminente
de tu muerte cercana
Estigma absurdo de mi impotencia
mientras a bandadas
los recuerdos somnolientos
atraviezan la madrugada

Largas esas noches
en las que se reveló claro
que el entregar tu cuerpo
a la tierra de nuevo
solo implicaría
la trascendencia segura
de tu palabra a mi existencia
y a la de toda tu prole

Evoco ahora tu presencia atenta
tu mano fuerte
y dispuesta
La palabra exacta
el silencio justo
de oído atento
Tu voz cantora indetenible
y la fiereza inclaudicable
de tus principios
que ahora me habitan

Cada mañana
al sol nuevo
me brota la vida a borbotones
y soy semilla
girasol erguido
ave migratoria
sobre el suelo firme
de tu enseñanza
Derrocho
a manantiales mi sonrisa
y siento que visto ahora
de la ropa
fresca
limpia y ligera
que me provee tu legado

viernes, 1 de enero de 2010

IMBRICACIONES







A la intemperie de tu ser
tendido
a expensas de mi historia
expongo mi verbo
que siempre
resulta insuficiente

Y esta solitaria estancia
me divulga al oído
todo el pasado al que me debo
que hoy se junta irremediable
a la raíz profunda de tus manos

Y de a poco
emerjo entre la roca
lento
inexorable
al abrigo
del sol nuevo
que me brindan esos brazos
Y me siento pleno
grandioso
listo
para reverdecer
el universo entero

Ya ves
pretensioso como siempre
intento retardar
estas muertes que me acosan
Incordios inevitables
que dan brújula cierta
y mantienen este cuerpo
urdiendo encuentros contigo
para por voluntad propia
abrumarse en tu humedad
perder la voluntad
y creer en lo infinito
por tan solo un instante

Todo escrúpulo
lo arrasa el alud de tus caderas
y sobre las ruinas
intentas levantar tu dinastia
que encarga su gobierno
a la verdad diáfana de tu esencia
Y mi revuelta se aplaca
ya no quiero más
conspirar contra mi mismo

Nunca más abandonarme
sino a la miel
agridulce de tu vientre
que libra de todo mal
Amuleto delicioso
con el que me atrevo
a disputar
la felicidad al destino