lunes, 29 de marzo de 2010








Ella dice
que me tiene en su corazoncito
y que el vino tinto de su sangre
son mis ojos que la recorren toda
antes de decidirme a sus formas

Que ya despertó muchas noches
soñando con mi nombre
que se derrama a millares como agüita
que la cubre toda
por su piel de metal
Porque está segura
que ya vivió todo esto algún dia
o no se si lo soñó
pues cuando me alejo
a los pocos segundos
empieza a extrañarme
De aquellos tiempos
de cuando yo no existía
en lugares donde nunca estuve

Que no ve la hora
de encontrarse con esas amigas que tiene
para contarse mutuamente
las fantasías mas extrañas
cada vez que un nuevo amante las posee

Y que juntos
rodaríamos hasta el infierno mismo
si solo me decidiese algún dia
a no frenar su carrera loca

miércoles, 24 de marzo de 2010

SILENCIO









Si me silencio
ha sido para repensar esta historia
e intentar una reflexión
que me lleve
a otro tipo de conclusiones
Siempre
mascullar todo esto
de sueño a vigilia
y viceversa
me abre otros caminos
con otros paisajes y texturas
Y sin embargo
es mentira que el curso sea diferente
Vuelvo una y otra vez
al mismo lugar
de donde salí
en espiral distinta quizá
pero siempre constante
sobre esta cinta por la que circulo

Pero esa presencia
de un instante apenas
Ese encuentro fugaz
con quien creíste
poder empezar una leyenda
La muerte que te acecha
o la vida que te sorprende
El gemido
la risa
El canto de tu padre
animándote los días
y recordando
lo espeluznantemente efímera
que puede ser tu existencia
Donde vale más
apostar la vida en cada nota
si quieres que valga la pena
haberse esforzado tanto
por subir al escenario
Todo
una hilera infinita de momentos
y al final una memoria que se extingue
si no has sido capaz de dar cuenta
de algún modo
de toda la belleza

Cada vez
importa menos ese destino conocido
y cada era sabes
o al menos
tienes la sospecha
que eres tú mismo
quien arrasa en la turbulencia de esa historia
cualquier intento de hacerlo diferente
Y a pesar de todo esto
el viaje
el encuentro
el roce
la mirada que se fija de pronto
y te subyuga
haciéndote olvidar
por un momento
lo que ya no tiene sentido
El viento en tus oídos
que te trae su distancia
Tu cabello recién cortado
como pasto fresco
reverdeciendo sobre tu cabeza
para delirio de sus manos
Sus risas en la mesa
su candidez
El deseo y la fuerza
que fluyen en cada encuentro
El mar de fondo
en el que quizá estarás nunca
y su cuerpo exacto
que levita sobre la arena
Son las cosas que logran
levantarte de ese féretro
que a veces quisieras sea tu cama
y convierten el recorrido diario
en una ficción deliciosa
que no quieres dejar de escribir
al menos por ahora