martes, 10 de abril de 2012

PEDALEO














Pedaleo
mientras
tus mejillas de agua
me rozan
diminutas el rostro

Pudiera guarecerme
y así
evitarte un poco
Hacer de tu llegada
como si no fuese conmigo

Pedaleo
en este viaje permanente
sin brújula ni tiempo
en el que me sorprende
tu agua
tu luz
Tu vuelo tejedor
de arañita artesana
La suavidad de pez
de tus palabras
redondas y perfectas
como rocas de río
o los frutos de la tierra
transformados
en amor entre tus manos

A diario
nos ofrecemos nada
Sólo el vacío permanente
de esta relación incompleta
necesaria y ligera
hermosa
como agua
atravesada de sol
Trascendente
como el crepúsculo rojizo
de ciertas tardes
en las que tu boca
se esconde tras las montañas

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