INMINENCIA

Mis dedos
de lado a lado del tiempo
intentan hilvanar
las ausencias
que de estos lugares desechos
deja el olor de tu paso

Se apoltrona
obeso el silencio
del otro lado de la puerta
e indigno desborda
sus carnes
por la alfombra llena de pelusas

Con parsimonia ineludible
pone su brazo
nostálgico en mi espalda
y empieza a confesarme
sus vacíos al oído

No lo sabe
pero hoy percibo
la inminencia de tu arribo
que trae consigo
el ritmo delicado de tus brazos
que al caminar ahuyentan
la devastación de su presencia
Y se le hará incomprensible
el olor de tu cabello
húmedo sobre la almohada
O tu boca apetecible
a cada palabra que irradias