domingo, 19 de abril de 2009

DESOS HE SIDO YO

De bruces
como un árbol centenario
al fin vencido por el viento

Y no es que no creyó en Dios
sino que Dios
dejó de creer en él
Dios se extravió
y él decidió liberar
a todo lo que en su interior anidaba

Al fin y al cabo
siempre perteneció
mas a la tierra que al cielo
aunque muchos pensaron
que de tan alto
echaría raíces en el firmamento

Pero el siempre
supo su sitio
y en todo caso
solo cayó
cuando quiso hacerlo
obviamente
dejando que el viento
se lleve algo de crédito también
De todos modos
habían tenido esa disputa
desde que su cabeza
asomó entre los abrojos

Algo de vida aun
corre por su cuerpo
pero es más la vida que esparció
cuando era fuerte y frondoso
La sombra que acogió
a cuanto ser
decidía acogerse a ella
en eso que ahora ya es
simplemente pasado

Que importa ya
esta última
y estruendosa caída
si su nombre es
savia viva que abre los caminos

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