Ella
en sus brazos
se rinde ahora como antes
Se deja estar
y se atreve a soñar de nuevo
con esas manos grandes
que la protegen del mundo
Indefensa
extenuada
por última vez
se hace uno solo en él
Testigo soy
que se pertenecen
más allá de la vida
aunque sus cuerpos
se antojen endebles
al paso del tiempo
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