Desbocada
aquella
agua fresca y arrogante
torneó con el cuidado
y paciencia
del torturador
durante años su naturaleza
Fuerte
impulsiva
apenas acaricia
con su torrente sinuoso
su piel de niña
y la hace a su capricho
Hoy esa agua
tan sinuosa
impulsiva y fuerte
como cuando aquel ser
cayó en su cauce
sigue su paso
ruidoso
despreocupado y alegre
bajo la lógica consecuente
de su deseo
armonioso y ecuánime
Una vez
que otra agua
seguro pestilente ahora
ha decidido
regodearse
con aquella criatura extraviada
definitivamente, el agua es algo que nos gusta y que por lo tanto, nos limpia, nos moja, nos encanta..........................
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