viernes, 19 de junio de 2009

VERDUGO

Y me pregunto
sobre el estado
de aquel cuerpo tembloroso
O el sudor
inexplicable
mientras la obsesión
toma presa
al músculo aterrándolo

Es que el pensamiento
se obnubila cuando
aquello se sucede
El instinto furtivo
se hace Uno
con la rabia
el ansia de exterminio
y la palabra proscrita

Entonces
dejas de escuchar
y tus pesadillas
se hacen carne contra ti
enfrentándose
furiosas a los que amaste

La muerte desde un rincón
luego te delega
Ansiosa
te anima frenética
a que corras tras la sospecha
el rumor
Pues sabe
que solo puedes ver
culpables a cada paso
y tu hostilidad
ya no tiene límites

Toda verdad
se hace añicos
en tu silencio devastador
Tu historia
te da la espalda
y se marcha a paso lento
abatida



1 comentario:

  1. porque esa rabia contenida nos puede llegar a cegar y no permite ver más allá de destino.

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